miércoles, 24 de septiembre de 2014

LA EDITORIAL GALLO NERO PUBLICA "NEBULOSA", UN GUIÓN INÉDITO DE PIER PAOLO PASOLINI

Título: Nebulosa
AUTOR: Pier Paolo Pasolini
TRADUCTOR: Marta Pino
Editorial: Gallo Nero
FORMATO: 14x19 cm
ISBN: 978-84-942357-2-6
Año: 2014

Pier Paolo Pasolini resucita para ajustar cuentas con la burguesía


El 2 de noviembre de 1975 era asesinado uno de los cineastas (y escritores) más importantes de la historia del séptimo arte: Pier Paolo Pasolini. Casi cuarenta años después el mundo editorial y cinematográfico vive una nueva pasión por su obra.

Hace unos meses era la editorial Seix Barral, la que recuperaba Amado mío y Actos impuros, dos de los textos más provocadores del autor, que en este caso centraban su mirada en el mundo de la homosexualidad. Pasolini trató el tema en estas obras –que ya se han editado anteriormente- sin tapujos, de forma abierta, y con muchos tintes autobiográficos.

Para escribir la historia de amor de Benito y Desiderio reconocía haber “arriesgado mucho”. El propio Pasolini supo lo que era vivir como homosexual en un país y una época que excluían al diferente, de hecho fue por su condición sexual por lo que fue expulsado del Partido Comunista Italiano.

Una vida tumultuosa, marcada por su presencia en la Segunda Guerra Mundial, su captura por el ejército alemán y la muerte de su hermano, Guido. Las últimas 48 horas de su existencia son el leit motiv de Pasolini,  la última película de Abel Ferrara, en la que William Dafoe interpreta al italiano. El propio Ferrara hablaba de Pasolini al presentar el filme en el Festival de Venecia: “Fue un hombre de otro tiempo, que convivió con el fascismo en un país que le quería destruir. Pasolini habitó en Salò cada día de su vida”, apuntaba.

La última en sumarse a la fiebre por Pasolini ha sido la editorial Gallo Nero con Nebulosa, un guion inédito del director. No es que se ignorara de la existencia de este trabajo, sino que se creía perdido hasta que en 1995 la revista Filmcrítica anunciaba su existencia.

Nebulosa es un guion cinematográfico escrito en 1959, dos años antes de que Pasolini saltara a la dirección. Un encargo para un productor desconocido, Renzo Tresoldi, y dos directores, Gian Rocco y Pino Serpi, que destrozaron el trabajo de Pasolini en una adaptación titulada Milano Nera, estrenada en una sala en 1963. Un filme que posteriormente ha adquirido la categoría de culto y en el que el autor fue incluido en los títulos casi a la fuerza.

El italiano reconocería después al diario Paese Sera que pasó “veinte días atroces encerrado en un hostal, trabajando como un perro”. Una experiencia más como guionista frustrado tras las sufridas con Federico Fellini y Sergio Citti.

El azote de la burguesía

En Nebulosa se aprecia una de las obsesiones del cineasta: la burguesía. Una burguesía dominante que, a finales de los 50 y durante los 60, comienza a solidificar en Italia. Los prólogos de Nebulosa, escritos por Alberto Piccinini y César Rendueles, inciden y subrayan esta ofuscación de Pasolini por la burguesía, a la que culpa de los males de la Europa moderna.

Como manifiesta Rendueles, en Nebulosa se refleja lo que luego se verá en su obra: “Durante los años cincuenta la burguesía italiana había mantenido la segregación de los subproletarios que habitaban las periferias de las grandes ciudades industriales. Ellos, a su vez, habían logrado preservar sus valores sociales, procedentes de la cultura campesina del sur”.

Sin embargo, durante los sesenta con el desarrollismo se acaba la materia prima del cambio, se consuma un genocidio cultural. El proletariado se convierte en una imitación de la burguesía.
Para hablar de todo ello, Pier Paolo Pasolini recurre a las teddy boys, bandas de adolescentes con ganas de armar gresca en el contexto de una Milán violenta y oscura.

Para Pasolini estos salvajes eran pequeños burgueses, hijos de exfascistas del norte, procedentes de familias con dinero que utilizan la violencia como forma de expresión. Nebulosa es una novela iniciática dentro de una de estas bandas, y el autor utiliza a los hijos de una generación para ajustar cuentas con la burguesía.

“Con semejantes padres ideales, es natural que los hijos alimenten el desprecio por la moral vigente: un desprecio nada crítico, por supuesto, y por tanto anárquico, improductivo, patológico. Responden a la superficialidad con la superficialidad, a la crueldad con crueldad. En realidad, los teddy boys son precisamente los verdaderos hijos de nuestros abogados, de nuestros profesores, de nuestras lumbreras”, criticaba Pasolini en Vie Nuove en octubre de 1959.

Los teddy boys fueron un verdadero problema en Italia, tanto que incluso se preparó un proyecto de Ley para frenar el fenómeno en 1959. Pero Pier Paolo Pasolini no centra todas sus iras en ellos. Como indica César Rendueles en el prólogo, el italiano sabe que las subculturas juveniles “tienen un pequeño germen de desafío a la vida burguesa. Hay potencial anticonformista para cuestionar el orden establecido”.

Por ello el autor parece disfrutar con alguna de las fechorías de esta banda que montan orgías con señoras pudientes de la sociedad italiana y luego las ridiculizan. De hecho convivió con dos auténticos teddy boys para aportar autenticidad al texto, al cual dota de un gran número de frases y expresiones en dialecto milanés (algo que se pierde en la traducción aunque se marquen en cursiva).
La ciudad es una protagonista más de Nebulosa. Un monstruo lleno de rascacielos y edificios modernos que contrastan con las carreteras llenas de fango por las que circulan la banda de Rospo, Gimkana y compañía. Un mar de cristales y modernidad que Pasolini critica con sutileza, y que observa siempre desde la mirada de los protagonistas, como si de una ciudad futurista se tratara. Como el mismo director dijo a Il Corriere della Sera en 1975: “El consumismo ha destruido cínicamente un mundo real transformándolo en una irrealidad total, en la que no hay elección posible entre el bien y el mal”.

Reseña de Javier Zurro (El Confidencial)

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