sábado, 15 de octubre de 2016

"ACORAZADO POTEMKIN", DEL DIRECTOR COMUNISTA SERGEI EISENSTEIN

Título original: Bronenosets Potyomkin
Año: 1925
Duración: 77 min.
País: Unión Soviética (URSS)
Director: Sergei M. Eisenstein
Productora: Goskino
Guión: Sergei M. Eisenstein, Nina Agadzhanova
Música: Edmund Meisel, Nikolai Kryukov, Neil Tennant, Chris Lowe
Fotografía: Eduard Tisse, Vladimir Popov (B&W)
Reparto: Aleksandr Antonov, Vladimir Barsky, Grigori Aleksandrov, Mikhail Gomorov, Ivan Bobrov, Aleksandr Levshin, Konstantin Feldman
Sinopsis: Los marineros del acorazado Potemkin soportan duras e injustas condiciones de vida. La gotaque colma el vaso es el intento por parte de los oficiales al mando de darles carne podrida para comer. Comenzarán entonces una revolución que más tarde se extenderá por el puerto de Odessa y por toda Rusia, comenzando la era de la revolución.


En 1925, con motivo del vigésimo aniversario de los brotes revolucionarios que recorrieron la Rusia zarista durante 1905, un grupo de directores soviéticos, recibieron el encargo de filmar una serie películas que celebraran los hechos. Eisenstein fue recomendado por la guionista Nina Agadianova, emocionada por su primer film película, “La huelga”. Fruto del proyecto institucional surgieron dos grandiosas cintas, “La madre” de Vsevolod Pudovkin y esta. El guión es de la propia Agadianova, en principio recrearía varios acontecimientos revolucionarios de ese año, pero era demasiado y le podría llevar mucho tiempo, no podría estar para la fecha acordada, así que se atuvo a un solo hecho como símbolo de toda la lucha. Se rodó en Odessa (sur de Ucrania), centrándose en el motín real de los marinos del acorazado zarista ”Principe Potemkin de Táurida”, se utilizó como navío encallado, el “Doce Apóstoles”, un clon del barco protagonista. El elenco actoral estaba formado por actores no profesionales, en lo que es un film de espíritu coral, donde nadie es protagonista, es la masa como ente propio, como reflejo del comunismo, de la fuerza de la colectividad frente al individualismo.

Estamos en 1905, en un acorazado de la Marina Imperial de Rusia, “Príncipe Potemkin de Táurida", que ha estado en la guerra ruso-japonesa, navega por el Mar Negro hacia Odessa, Rusia hierve en un intento de Revolución. En el navío los marineros se sienten vejados por sus superiores, que les pegan sin motivo mientras duermen, la llama de la rebelión se enciende cuando les dan de comer carne podrida con gusanos, para colmo el médico del barco, Smirvov, la inspecciona y dice que se puede comer, el cocinero prepara la carne, y los marinos se niegan a comerla, estos son juzgados sumariamente por insubordinación, condenados a ser ejecutados en fusilamiento en la cubierta, no sin antes serles dada la extrema unción por el capellán de a bordo (crítica clara a la Iglesia), pero los soldados se niegan a disparar iniciándose un motín a bordo que derivará en una odisea contra la tiranía zarista.

El film está dividido cual tragedia clásica en cinco actos:

-Primero: "Hombres y gusanos"; Los marinos protestan por tener que comer carne podrida. Se presenta la historia con mucha fuerza, las vejaciones a que son sometidos la tripulación, con potentes imágenes, con los primeros atisbos de rebelión.
-Segundo: "Drama en la cubierta"; Llegamos al motín de los marineros y el líder, Grigory Vakulinchuk (Aleksandr Antonov), es asesinado vilmente por el oficial Giliarovsky (Grigori Aleksandrov), Matushenko (Mikhail Gomorov) toma el liderazgo, de un motín victorioso y jubiloso para los marinos a los que se unen los soldados. La tiranía de los mandos, su despotismo, su nulo respeto por sus subordinados y sus vidas es reflejado con intensidad, el latente levantamiento se desborda con furia.
-Tercero: "Un hombre muerto pide la justicia"; El acorazado llega al puerto de Odessa, el cuerpo de cuerpo de Vakulinchuk es llevado a tierra y expuesto su cadáver, bajo el cartel "muerto por un plato de sopa", el pueblo desfila delante de él en solidaridad con él y su motín, alo que sigue que las gentes de Odessa les llevan comida a los tripulantes del acorazado. Aquí los sentimientos son puestos a flor de piel con un tremendo simbolismo en que el pueblo oprimido se une al oprimido ejército.
-Cuarto: “La escalera de Odessa "; Uno de los momentos más famosos de la Historia del Cine. Los soldados zaristas acuden a reprimir al pueblo que se manifiesta ante el cuerpo del marino muerto, lo hace de modo mecánicamente inhumano, una brutal represión al pueblo de Odessa. Cumbre todo el simbolismo, como son los leones de Piedra que vemos insertados en el montaje como alegoría del despertar de la revolución.
-Quinto: "La Cita con el Escuadrón "; El acorazado se hace a la mar, una escuadra de navíos zaristas van a su encuentro para acabar con los amotinados, la tensión se masca, la batalla parece inevitable. Otra vez con un montaje sublime Eisenstein traspasa la pantalla para sensibilizarnos con la turbación que se respira ante el choque.

El film es un Monumento formato cine, una Magna obra de una calidad estética superlativa, haciendo que su mensaje de odio a los zaristas y empatía por la población vejada, tocando temas de modo profundo como la tiranía, la fuerza de la colectividad, la injusticia social, la solidaridad, el despotismo, la inhumanidad de la maquinaria del estado, y sobre todo de rebelarte contra los sátrapas. Para enfatizar su mensaje diáfano caracteriza de modo sencillo a los buenos y malos, además para atomizar el sentido de la fuerza de la colectividad la historia carece de dramas individuales, la gente es uno, los marinos, la población civil, los soldados zaristas, la flota zarista, esto hace emparejar el film con un documental, derrochando realismo atroz, no hay personajes destacables, solo Vakulinchuk, que es un McGuffin, símbolo de todos los oprimidos, el resto es un todo pétreo, son dedos que al unirse se convierten en un puño (imagen muy repetida), con unas magníficas coreografías de masas que consiguen enardecer al espectador, haciendo Eisenstein del Acorazado un protagonista más, símbolo de la vanguardia de la Revolución, con sus cañones erectos, con picados excelsos de la proa cual sable, con el oleaje bravío en alegoría de la tormenta que se avecina. El director se poya en un estilo que mezcla con maestría el documental, los movimientos de masa operísticos, primeros planos de actores acentuando el histrionismo típico del teatro y del cine silente. Una obra con claro carácter confrontador, combativo, aleccionador, arremete contra los oficiales militares (los muestra arrogantes, con bigotes ostentosos, limpios e inmaculados), contra el ejército, contra los nobles, contra el cristianismo (esa figura pomposa del sacerdote interpretada por el propio Eisenstein), loando a los humildes, a las clases bajas tanto de la sociedad como de la Armada. Los intertítulos apenas contienen diálogos, se atienen a incendiar la pantalla con soflamas enardecedoras en contra de la Tirranía y a favor de la rebelión de las masas.

La escuela soviética de cine Kuleshov experimentaba con la edición para provocar emociones en el espectador, su máximo estandarte fue Eisenstein , el mayor ejemplo este su icónico film, consiguiendo con un enfebrecido montaje que el espectador sienta compasión y simpatía por los marineros revolucionarios del acorazado, y odio e ira contra sus gerifaltes. Eisenstein dijo que la potencia narrativa de su montaje no era debido al aluvión de cortes, si no a su yuxtaposición, la fusión vibrante entre una imagen serena con otra nerviosa, planos generales, con primeros planos, movimientos rítmicos, ejemplo el pelotón zarista que avanza cual máquina sin cara por las escaleras, cortando enérgicamente a los rostros desencajados y desgarrados de los civiles, lo que se dio en llamar la tercera imagen, se juega con el subconsciente del cerebro del espectador, con su imaginación que es capaz de crear un nuevo fotograma entre dos cortes, esto que años después hizo Hitchcock en “Psycho” (1960) en la famosa escena de la ducha hay gente que asegura haber visto en el furioso montaje el pecho de Janet Leigh. El contraste entre imágenes provoca un tsunami de sensaciones, con profusión de fotogramas con coléricos puños cerrados (símbolo del socialismo), rostros histriónicos, el uso de la masa de gente como algo homogéneo, creando impresión de una sola cabeza, todo muy simbólico. Una labor de montaje exuberante con unos 1290 planos, un alud de imágenes que te socaban en pos de un claro objetivo, acelerando y decelerando el ritmo de modo magistral, sabiendo componer una perturbadora miscelánea entre la prodigiosa fotografía de Eduard Tissé (“Octubre”, “Que Viva México!” o “Ivan el Terrible”) con un patinado naturalista que entronca con el documental con sentidos primeros planos, planos generales, planos donde se rellena de modo armónico toda la pantalla, zaristas sin cara, picados planos, contrapicados, sombras terroríficas de los zaristas, redundancia de planos para remarcar idea, con el manejo por vez primera en la cinematografía soviética del travelling (las cámaras de la época eran enormes y difíciles de mover), crea un torrente de sentimientos, temor, caos, ira, sed de venganza, frustración, pasión, ilusión,

La Mítica escena de la masacre de civiles en las escaleras del puerto de Odessa (desde entonces conocida como el Primorsky o Escalera Potemkin) merecen un comentario aparte, es un film en sí mismo, seis Homéricos minutos con 170 planos, donde la fuerza del montaje adquiere un nivel epicúreo en su potencial de transmitir congoja y conmocionar al público, y sobre todo en el contexto de su tiempo tuvo que ser impactante, dejando huella los gritos mudos de la masa. Comienza con idílicos saludos de la población al Potemkin, de pronto las gentes que están en la escalera comienzan acorrer hacia abajo despavoridos, vemos a un tipo sin piernas botar por la escalinata con sus manos, una mujer con una sombrilla se acerca corriendo a la cámara y se funde con el objetivo, y comienza el pánico en un maravilloso plano en alto, una gran estatua, bajo ella comienza a desfilar el ejército represor alineado, mientras por las escaleras la gente está en caos y al fondo una Iglesia, hay un escalofriante plano general desde abajo con la masa de gente descendiendo alborotada, tras lo que empezamos a ver caer cuerpos baleados, un niño llora a los pies de su padre (supongo), hay un travelling descendiendo con los civiles, en medio del caos la gente cae por los escalones, vemos a gente esconderse, hay una mujer con su niño bajando, soldados sin rostro disparan una andanada y el niño cae, su cabeza se llena de sangre, mientras llora, su madre lo ve aterrorizada, el niño cae inerte, los soldados zaristas progresan por la amplia escalinata pisando sin contemplaciones los cuerpos postrados en el suelo, la madre del niño inerte lo coge en brazos y sube los escalones gritando desconsolada, una anciana pide no la disparen, la madre avanza valientemente hacia los soldados, la madre llega en un tétrico plano a la sombra de los soldados frenados ante ella, el sable del que los dirige se erige, ella pide la dejen llevar a su hijo a curar, baja el brazo del sable y fusilan a la madre, continua el caos, ahora debajo de la escalinata cosacos a caballo arremeten contra los civiles, y llega uno de los momentos cumbres, aparece una madre (para estremecer más parece es viuda por su vestimenta negra con una mantilla) con su bebe en un carricoche, los soldados disparan, la sangre le brota mientras cae muerta, sin querer empuja el carricoche en su desvanecimiento, este comienza a descender a trompicones la escalera, la gente en primeros planos observa al bebé horrorizados, entonces se produce otra de las imágenes impactantes, un sable es blandido con rabia por un zarista, cambia el plano y una mujer ya tiene las sangrientas señales de la espada en su rostro con las destrozadas gafas, entonces cambiamos al acorazado que ante la escena decide actuar disparando sus cañones al teatro de Odessa, a los estallidos de los proyectiles, vemos cortes de tres leones (la revolución comienza).

En la escena convergen la inocencia de los niños, sus madres, ancianos, lisiados, y un bebe. ANTOLÓGICA. Curiosamente es un hecho que nunca ocurrió, si que se produjeron manifestaciones en Odessa tras la llegada a su puerto del acorazado, y las tropas zaristas dispararon indiscriminadamente contra la población, con multitud de muertos. Eisenstein crea la escena en pos de su mensaje, para atomizar su mensaje dramático en mostrarnos la vileza deshumana de los zaristas contra los inocentes civiles, COLOSAL. La escena ha inspirado a artistas de todo tipo, como el pintor irlandés Francis Bacon que en varias de sus obras se inspiró en los gritos mudos de esta secuencia, como “Fragment of a Crucifixion”, “The scream” o “Study for the nurse, esta con las gafas rotas. O el fotógrafo ruso AlexeyTitarenko que homenajeó la escena en su serie de fotos "City Of Shadows". Además de a muchos cineastas.

La música fue concebida por Eisenstein para ser reescrita cada 20 años, la original es del vienés Edmund Meisel (pionero en la música para cine), interpretada con flauta, trompeta, trombón, armonio, percusión y cuerdas sin viola, la compuso en 12 días mientras veía las escenas del film, Eisenstein quedó tan satisfecho que lo fichó para su film “Octubre”. En su 25 aniversario, 1950, el músico ruso Nikolai Kryukov compuso una nueva partitura. Para su 50 aniversario, 1975, se utilizaron tres sinfonías del ruso Dmitri Shostakovich. En su 60 aniversario, 1985, el pianista estadounidense Chris Jarrett compuso un acompañamiento de piano en solitario. En 1986 Eric Allaman escribió una música electrónica para la exhibición del film en el Festival de Cine de Berlín, como celebración de los 60 años del estreno en Alemania. música encargado por organizadores, querían conmemorar 60 aniversario del estreno en Alemania. En 2004 Neil Tennant y Chris Lowe (Pet Shop Boys ) componen una nueva banda sonora interpretada por Orquesta Sinfónica de Dresde.

Fuente: Ultima película

VER PELICULA SUBTITULADA AL CASTELLANO: 

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