lunes, 29 de mayo de 2017

"CAOS EN VEZ DE MÚSICA", ARTÍCULO DEL CC DEL PCUS PUBLICADO EN PRAVDA EN FEBRERO DE 1936



"CAOS EN VEZ DE MÚSICA"

En el mes de febrero de 1936 el diario Pravda publicó el artículo "Caos en vez de Música", criticando el modernismo en la música.


Con el desarrollo cultural general de nuestro país también crece la necesidad de una buena música. En ninguna otra época ni en ningún otro lugar ha tenido el compositor una audiencia más apreciativa. El pueblo espera buenas canciones, pero también buenas obras instrumentales y buenas óperas.

Algunos teatros están presentando al nuevo pueblo soviético, culturalmente maduro, la ópera de Shostakovich Lady Macbeth como una innovación y una nueva realización. La crítica musical, siempre preparada para servir, ha alabado la obra hasta el cielo y le ha dado una resonante gloria. El joven compositor, en lugar de escuchar una crítica seria, que le hubiera ayudado en el desarrollo de su obra futura, solo escucha cumplidos entusiastas.

Desde el primer minuto, el espectador se sorprende por su deliberada disonancia, por una corriente confusa de sonidos. Fragmentos de melodía, el comienzo de una frase musical, se ahogan, emergen nuevamente, y desaparecen en un chirriante ruido. Seguir esta "música" es muy difícil, recordarla es imposible.

Esto ocurre, prácticamente durante toda la ópera. El canto en el escenario es remplazado por gritos. Si el compositor intenta llegar hasta el camino de una melodía simple y clara, se arrastra a si mismo nuevamente a una confusión de caos musical, en algunos momentos llegando a la cacofonía. La expresión que espera el oyente se suplanta con un ritmo salvaje. Aquí se supone que la pasión debe ser expresada mediante ruido. Todo esto no es debido a una falta de talento o a una falta de habilidad para describir en forma musical emociones simples y fuertes. Aquí la música se revuelve deliberadamente para que nada recuerde a la ópera clásica, o no tenga nada en común con la música sinfónica o con el lenguaje sencillo de la música popular, accesible a todos.

Esta música está construida en la base del rechazo de la ópera, la misma base que el Arte "izquierdista" rechaza la simplicidad en el teatro, el realismo, la claridad de imagen, y la palabra hablada natural, que conduce al teatro y a la música a los aspectos más negativos de un "Mayerholdismo" infinitamente multiplicado. Aquí encontramos confusión "izquierdista" en vez de una música natural y humana. El poder de la buena música para infectar las masas se ha sacrificado a un "formalismo pequeño burgués" que intenta crear originalidad mediante payasadas baratas. Es un juego de hábil ingenuidad que puede terminar muy mal.

El peligro de esta tendencia en la música Soviética es claro. La distorsión "izquierdista" en la ópera actúa de la misma manera que la distorsión izquierdista en pintura, poesía, enseñanza y ciencia. Las "innovaciones pequeño burguesas" conducen hacia una ruptura con el arte real, la ciencia real y con la literatura real.

El compositor de "Lady Macbeth" se vio forzado a tomar prestado del jazz su música nerviosa, compulsiva y espasmódica para comunicar "pasión" a sus personajes. Mientras nuestro críticos, incluidos los críticos musicales, luchan por el nombre del realismo socialista, el escenario nos sirve, en la creación de Shostakovich, el más grosero género de naturalismo. Muestra a los comerciantes y al pueblo fastidiosos y bestiales. La avariciosa mujer del comerciante, que alcanza sus objetivos de posesión de riqueza mediante el asesinato, está representada como cierto tipo de "víctima" de la sociedad burguesa. A la historia escrita por Leskov se le ha dado un sentido que no posee.

Todo es grosero, primitivo y vulgar. La música grazna, gruñe y refunfuña, auto asfixiándose para expresar las escenas de amor de la manera más naturalista posible. El "amor" es manchado durante toda la ópera del modo más vulgar. La cama de matrimonio del comerciante ocupa la posición central en el escenario. En esta cama se resuelven todos los "problemas". Con esta misma grosería, en un estilo naturalista, se muestra la muerte por envenenamiento y la brutal paliza, ambas acciones prácticamente en el escenario.

Aparentemente el compositor nunca consideró el problema de lo que desea el público soviético y de lo que espera en música. De modo deliberado escribe su música, confundiendo sus sonidos de tal manera, que su música solo consiga los efectos "formalistas" de quien ha perdido todo su sano gusto. Ha ignorado la demanda de la cultura Soviética para que toda grosería y barbarie sea abolida de todas las esquinas de la vida rusa. Algunos críticos llaman a la glorificación de la lujuria de los comerciantes una sátira. Pero aquí no existe ninguna sátira. El compositor ha intentado, con todos los medios musicales y dramáticos puestos a su disposición, despertar la simpatía de los espectadores para las vulgares inclinaciones groseras y la conducta de la mujer del comerciante Katerina Ismailova.

Lady Macbeth está obteniendo un gran éxito en los públicos burgueses de todos los lugares. ¿Es porque la ópera no es política y confunde a los que la alaban? ¿No se explica por el hecho de que halaga el gusto pervertido de los burgueses con su inquieta música neurótica?

Nuestros teatros han gastado una gran cantidad de energía dando a la ópera de Shostakovich una perfecta representación. Los actores han mostrado un talento excepcional dominando el ruido, los gritos y los bramidos de la orquesta. Con su acción dramática, han intentado reforzar la debilidad del contenido melódico. Desafortunadamente, esto ha servido solo para mostrar más claramente las vulgares hechuras de la ópera. La actuación de los artistas muestra gratitud, los esfuerzos consumidos lástima.


El artículo llevaba la firma del Comité Central, pero existen rumores de que fue escrito por el propio Stalin. Cuando asistió personalmente a su representación, tanto el argumento como la música lo enfurecieron. La ópera contradecía el proyecto directivo social y cultural que Stalin tenía para la nación en aquel tiempo, estando además resentido por el reconocimiento que estaba recibiendo Shostakovich, tanto en la Unión Soviética como en Occidente.

Fuente: Historia de la Sinfonía

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